Perdona si no te amo, preciosa. Yo sé que tú solo has intentado devolverle el amor a mi rota alma, así, sin pedir a cambio nada. Perdóname, esto no ha sido un juego ni una sucia farsa, solo quise abrirme a todo eso que me dabas, dejar entrar tus dulces palabras para ver que provocaban… mas no he sentido nada; tu cariño es lindo, mas no me inunda, no me atrapa, no se siente ese click como bofetada en la cara, esa magia.
Disculpa, la intención no era que salieras lastimada, tu daño no me beneficia en nada, al contrario, me preocupa y me alarma, no gozo con este sufrimiento que a ti te apaga. Perdona, preciosa, solo quise intentar con tu proposición y dejar de emprender ante ellas la retirada, descubrir la retaguardia, dejarme querer y, quién sabe, tal vez funcionara, tal vez encontrara algo que mi corazón revolucionara, que mi mentalidad cambiara… Lástima que no pasara.
Agradezco tu paciencia, tu tiempo, y el cariño que me entregabas, pero no he encontrado en ellos la magia que esperaba, no ha sido el terremoto que derrumbe la muralla que del amor me separaba. Este no es un clásico «no eres tú, soy yo», más bien es una mala trampa, porque antes de ti yo con nadie lo intentaba y ahora que lo intento resulta esta mala jugada. De verdad que yo también quería que funcionara, que tu cariño y tus cualidades derribaran mi fortaleza amurallada, no fue así, disculpa por el mal que esto te causa, no me siento feliz atravesando tu alma, pero es mejor está verdad hiriente, que seguir con una pobre farsa.
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#HugoMarquez